Juntos (a dos metros) somos más fuertes.
Marzo vuelve de nuevo, y con él las reflexiones sobre todo un año de cambios.La palabra crisis es sinónimo de alteración, reordenación de las reglas del juego tal y como las conocíamos. Pasado un año ya no son tan nuevos estos hábitos de consumo, trabajo y relaciones.
La nueva normalidad se ha convertido en normalidad a secas.
Ninguno de nosotros lo habría imaginado… y menos aún lo habríamos elegido de haber estado en nuestra mano, pero sobre lo que sí hemos tenido y tenemos elección, es en la manera de responder a esto que nos ha venido impuesto.
Hablemos ahora de lo conseguido en este año.
En lo personal hemos ganado en humanidad, generosidad, compromiso y humildad. Situaciones como estas nos muestran lo vulnerables que podemos llegar a ser como individuos, y lo necesaria que se hace la unidad cuando nos enfrentamos a grandes retos.
Nos hemos redescubierto personalmente con tiempo para pensar en nosotros, en los nuestros, en lo que haríamos sin ellos, en lo que haremos cuando esto acabe y principalmente, en cómo lo haremos hasta que lo haga.
Tras un año de investigaciones, pruebas, errores y aciertos, por fin la situación está más clara. Sabemos lo que se nos pide y a lo que nos enfrentamos. ¡Tenemos que seguir luchando!
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